
Hacía mucho calor, y la gente empezaba a pararme por la calle, como todos los veranos para decirme: Hace mucho calor, ¿no tiene usted calor? ¿Por qué no se quita la sotana? Está usted mejor sin sotana. Y yo me preguntaba: ¿Les digo yo algo de su ropa? ¿Por qué no me dejarán en paz con la ropa que llevo? O ¿por qué no les preguntarán a los que no la llevan por qué no la llevan? Si en España hay libertad de expresión, supongo que también habrá libertad de “vestición”.
DESVELOS DE UN CURA RURAL
/shop/product/desvelos-de-un-cura-rural-45487
Hacía mucho calor, y la gente empezaba a pararme por la calle, como todos los veranos para decirme: Hace mucho calor, ¿no tiene usted calor? ¿Por qué no se quita la sotana? Está usted mejor sin sotana. Y yo me preguntaba: ¿Les digo yo algo de su ropa? ¿Por qué no me dejarán en paz con la ropa que llevo? O ¿por qué no les preguntarán a los que no la llevan por qué no la llevan? Si en España hay libertad de expresión, supongo que también habrá libertad de “vestición”.